Todo lo que necesitas saber sobre los bulldogs franceses
El bulldog francés es más de lo que se aprecia a simple vista. Por un lado, pese a su nombre, poseen un pasado poco claro que ha generado opiniones divididas: algunos lo consideran oriundo de Francia debido al gran desarrolló que experimentó ahí la raza, mientras que otros sostienen que tuvieron sus orígenes en Inglaterra, ya que el bulldog se encuentra entre sus antecesores.
Por otra parte, a pesar de su aspecto severo y serio, son compañeros muy populares y encantadores. Muy rara vez ladran y son de las razas más sedentarias; no obstante, les gusta jugar a perseguir la pelota y pueden llegar a ser muy entusiastas. Pequeños, silenciosos y con una gran capacidad de adaptación, los bulldogs franceses son perfectos para la vida en la ciudad. Son perros tranquilos y apacibles que todos los días harán algo que te hará reír, incluso si lo único que hacen es lucir su clásica sonrisa.
La crianza de los bulldogs comenzó en Inglaterra con la cruza de bulldogs enanos con pugs y terriers. Su propósito consistía en acompañar a los encajeros durante la jornada laboral. Eran compañeros callados y del tamaño perfecto, utilizados para llevarse a las pulgas lejos de sus humanos con su calor corporal.
Cuando muchos de estos artesanos se mudaron de Inglaterra a Francia durante la Revolución Industrial, se llevaron a estos pequeños bulldogs consigo. Ahí es donde la raza se volvió reconocida y obtuvo el nombre con el que la conocemos actualmente.
Una vez que el bulldog francés se volvió popular en Francia, los turistas americanos también se enamoraron de ellos y se los llevaron con ellos de vuelta a los Estados Unidos. En 1898 la AKC reconoció al bulldog francés como raza y se volvieron extremadamente populares allá. Aunque sus números disminuyeron alrededor de la Segunda Guerra Mundial, los bulldogs franceses han experimentado un nuevo resurgimiento en los últimos años.
La Federación Cinológica Internacional los considera de origen francés y los clasifica dentro del grupo 9 de perros de compañía y toys.Los perros de este grupo son bastante resistentes y fuertes a pesar de su pequeño tamaño. Son muy vivaces, activos, tercos, amigables y valientes. Su función principal es justamente eso, quitando cualquier otra actividad. Estas razas poseen un carácter alegre y cariños, pero algunos de ellos pueden ser muy nerviosos o tener un ladrido agudo.
Características físicas
Pequeños y corpulentos, los bulldogs franceses son fáciles de identificar gracias a sus cortas patas robustas y grandes cabezas con orejas de “murciélago”.
Tienen hocicos cortos, como los pugs y otros perros tipo bulldog, que forman arrugas en sus rostros, las cuales de hecho se reprodujeron de manera selectiva en sus ancestros, los bulldogs ingleses, para darles ventaja cuando eran usados como perros de pelea. Sus ojos son oscuros y ampliamente separados, con una expresión alerta, curiosa y llena de interés.
Los bulldogs franceses son muy pesados. Son más anchos de los hombros que de la cadera, sus patas traseras son un poco más largas que las delanteras y poseen una cola corta y anudada. Presentan un cuello ancho, arqueado, con piel flácida y lucen un manto de una sola capa conformada por pelo corto y fino que puede presentarse en diferentes coloraciones y patrones, entre los cuales los más comunes son el atigrado, el leonado, el blanco y el negro, o una combinación de estos cuatro.
El pelaje del bulldog francés es medianamente fino, corto y suave. Son de cambio de pelo ligero y requieren cepillado mínimo acompañado de baños ocasionales. La mayor parte de su rutina de grooming debería enfocarse en sus pliegues, orejas y uñas. Sus arrugas deben conservarse secas para mantener su piel sana. Es necesario limpiarlas con frecuencia con toallitas húmedas o con un shampoo para piel sensible.
La presencia de enrojecimiento, mal olor o úlceras entre las arrugas son señales de una infección y deben ser examinadas con detenimiento por un veterinario. Sus orejas de murciélago acumulan cera y suciedad en exceso, por lo que requieren limpieza regular con ayuda de una solución ótica o toallitas. A los bulldogs franceses, sobre todo aquellos que casi no caminan sobre pavimento, les crecen muy rápido las uñas y, por lo tanto, necesitan recortes frecuentes para evitar su sobrecrecimiento y que se les rompan.
Su pelaje fino y corto es muy manejable. Su cambio de pelo es ligero y no son de doble capa, así que no tiran ni les crecen nuevas capas de pelo en el cambio de estación. Se les debe cepillar y bañar con regularidad para mantener el pelo muerto bajo control, pero en realidad no requieren mucho mantenimiento en este aspecto.
Ejercicio y espacio
Los bulldogs franceses necesitan una mínima cantidad de ejercicio. Son una excelente compañía para dar una vuelta por la ciudad y hacer mandados. Basta con caminar con ellos de A a B para ayudarlos a mantener su actividad física en un nivel razonable.
No son atléticos en particular, así que las caminatas rápidas, complementadas con momentos en el día para jugar o salidas a correr, serán suficientes. Los bulldogs franceses siempre corren el riesgo de sobrecalentarse si se ejercitan demasiado, sobre todo en climas cálidos debido a sus hocicos cortos, los cuales no les permiten ventilar de manera eficiente como otros perros.
Asimismo, a diferencia de otras razas, la natación no es un ejercicio recomendable para ellos. Es necesario supervisarlos activamente en el agua, ya que suelen ser demasiado pesados para nada por sí solo
Comportamiento
Los bulldogs franceses son perros de compañía que alcanzan un mejor desarrollo con el contacto uno a uno. Son relajados y cariñosos, pero a veces pueden ser distantes o reservados con los extraños.
Como pueden ser testarudos, territoriales y posesivos con las personas, es importante que le ayudes a trabajar estas cualidades durante los primeros años de vida.
Algunos dicen que son “payasos bajo una túnica de filósofo” ya que poseen una apariencia estoica y seria que oculta su naturaleza cómica. ¡Solo imagínalo corriendo para ir por la pelota! Aunque durante la hora del juego lo dan todo, pasan la mayor parte del tiempo tomando una siesta o acurrucados con sus humanos.
Los bulldogs franceses por lo general son perros bastante silenciosos. Su ladrido es penetrante, grave y rasposo, lo usan para anunciar la llegada del correo o al jugar, pero no son realmente ruidosos. Además de ladrar, emiten varios sonidos. Suelen ser perros “parlanchines” que emiten alaridos y chillidos agudos, rápidos y continuos.
También tosen, resoplan, roncan y respiran con dificultad debido a su hocico aplanado. Cabe mencionar que asimismo pueden ser flatulentos, así que puedes esperar una que otro gas de vez en cuando.
Entrenamiento
Entrenar a un perro de esta raza puede ser un reto. Manifiestan un tipo de devoción especial hacia sus tutores a la hora de jugar y acurrucarse, pero nada más. Son sensibles, sinceros y suelen tener dificultades para aprender la rutina para ir al baño. Se tomarán tus expectativas muy en serio, pero podrían necesitar un poco de esfuerzo extra de tu parte para alcanzarlas. ¡Los premios (en moderación) en definitiva ayudarán a motivar a esta raza!
Nutrición
Al igual que los bulldogs ingleses, los perros de esta raza pueden sufrir de sobrepeso con facilidad. Considera ofrecerle un alimento especialmente diseñado para el control de peso. De igual forma, vigila de cerca su peso con visitas regulares al veterinario y ajusta la cantidad de alimento que sueles ofrecerle según corresponda.
Recuerda que el sobrepeso puede dificultar aún más la respiración, ya que el peso extra en el área del cuello puede impedir el paso del aire a través de sus ya de por sí cortos y estrechos conductos respiratorios.
Salud
Es importante establecer una excelente relación con tu veterinario desde que son cachorros. El veterinario te ayudará a identificar desde sus primeros años de vida cualquier signo que pudiera volverse un problema y que tal vez sea más fácil de corregir mientras es joven.
Un excelente ejemplo de esto es el entropión o el enrollamiento de los párpados inferiores hacia el interior del ojo. Este problema puede ser muy fácil de corregir cuando tu perrito aún es muy pequeño y, si se trata pronto, con un poco de suerte podría no necesitar una cirugía más adelante.
Como todos los perros tipo bulldog, los bulldogs franceses presentan problemas directamente relacionados con su anatomía, sobre todo con su hocico y su cabeza. A los perros de esta raza se les conoce como braquicéfalos, lo que literalmente significa que poseen un cráneo ancho o redondo. Esta estructura genera problemas con el flujo del aire que les impiden oxigenar y regular su temperatura de manera adecuada.
Otros de los problemas que suelen presentar incluyen, pero no se limitan a:
- Cataratas
- Entropión
- Cálculos urinarios
- Distocia
- Síndrome braquiocefálico
- Hemivértebra.
Curiosidades
- Los bulldogs franceses son la segunda raza más popular en Los Ángeles y Nueva York.
- Son una raza que se codea con las estrellas: Lady Gaga, Leonardo DiCaprio y Hugh Jackman, todos ellos, son tutores de bulldogs franceses.
- Tristemente, un bulldog francés de raza pura llamado Gamin de Pycombe fue una de las víctimas del hundimiento del Titanic.
- Debido a sus grandes cabezas y pequeños miembros traseros, los bulldogs franceses son inseminados de manera artificial y suelen nacer por cesárea.
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