Tipos de parásitos intestinales en perros y gatos
Para muchas personas, los perros y gatos también son miembros de su familia. Y como tal, es fácil olvidar que sus mejores amigos siguen siendo susceptibles a todo tipo de parásitos.
Incluso los perros y gatos más domesticados y que casi no salen siguen siendo susceptibles a ciertas cosas como, comer cosas cuestionables, lamer lugares que quizá no aprobemos y a menudo compartir el baño con otras mascotas. Aunque naturales, estos hábitos pueden provocar infecciones parasitarias.
Cuanto más sepas sobre los parásitos intestinales comunes, mejor podrás proteger a tu mascota.
También conocidos como endoparásitos, son pequeños organismos (principalmente gusanos y protozoarios) que infestan el interior del cuerpo del animal, especialmente en el intestino, corazón, hígado y pulmones.
Estos parásitos
- Alteran la función normal del organismo y el crecimiento de los cachorros
- Pueden causar desde una enfermedad inapreciable a un cuadro grave en los que aparecen varios signos dependiendo del lugar donde se encuentre el parásito
- La gravedad de la enfermedad dependerá del número de parásitos presentes, así como la edad del perro o gato
Entre todos estos, los parásitos internos más frecuentes en las mascotas son los intestinales, por lo tanto, sigue leyendo para aprender más sobre ellos y como prevenirlos.
Son los parásitos intestinales más comunes en perros y gatos. Tienen forma cilíndrica y miden 10 cm aproximadamente. Pueden crecer bastante y causar pérdida de peso, distensión abdominal, diarrea, vómitos, dolor abdominal, sangre en las heces y cuando son varios algunos pueden causar anemia o ascitis. Los nematodos se pueden encontrar dentro de uno de estos 3 grupos, ascáridos, Trichuris y Ancylostomas.
Entre los más comunes se encuentran
- Toxocara canis
- Toxocara cati
- Toxascaris leonina
- Ancylostoma caninum
- Trichuris vulpis
Se transmiten por medio de contacto directo con los huevos de los gusanos, que se convierten en larvas que presentes en las heces del animal. Los perros y gatos se pueden infectar al comer estas heces contaminadas, comer tierra infectada, lamerse el pelo o las patas contaminadas o por beber agua contaminada. Las perras infectadas pueden transmitir la infección a sus cachorros antes de nacer o después por medio de la leche materna, las gatas solamente pueden transmitirlos a sus crías a través de la leche.
¿Sabías qué, los gusanos látigo son uno de los parásitos más notables del intestino grueso? Una vez que los tricocéfalos infectan a tu mascota, se adhieren a la pared del intestino grueso y esta fijación es lo que causa la diarrea, ¿ya que los nutrientes no pueden absorberse debido a la colonización de la pared intestinal?
Son gusanos planos segmentados que poseen una cabeza con la que se anclan a la pared intestinal, mientras que su cuerpo plano queda suspendido entre los alimentos digeridos. Aunque las infecciones por tenias no suelen provocar enfermedades o signos, pueden causar picor al salir, cuando los segmentos de gusanos se liberan en trozos y se adhieren al trasero de la mascota.
Algunos ejemplos de cestodos son.
- Dipylidium caninum
- Taenia spp.
- Echinococcus spp.
- Mesocestoides spp.
La transmisión no se da por contacto directo, en este caso se pueden infectar por comer carne cruda, cazar roedores o a través de hospedadores intermediarios como las pulgas, las cuales los perros y gatos ingieren durante el acicalamiento. Estos parásitos también pueden ser zoonóticas causando enfermedades en el humano.
Protozoarios
Son organismos unicelulares que infectan la mucosa intestinal de los perros y gatos. Solo son visibles con ayuda de un microscopio y pueden infectar también a los humanos.
La Giardia y las coccidias son los protozoarios más comunes presentes en las mascotas. Provocan diarreas acuosas o mocosas, con o sin presencia de sangre, intermitentes o persistentes y en algunos casos también pueden llegar a presentar vómito y letargo.
La Giardia es muy contagiosa, y puede ser difícil de eliminar, sobre todo porque es un habitante regular en lugares con una gran densidad de población, como guarderías, pensiones o refugios. Por el contrario, las coccidias son más fáciles de eliminar.
¿Son peligrosos los parásitos intestinales?
Normalmente, los parásitos intestinales son más peligrosos en los animales jóvenes. Los cachorros y los gatitos corren un mayor riesgo de contraer enfermedades por estos parásitos debido a la inmadurez de su sistema inmunitario y a que los animales jóvenes suelen tener más parásitos que los mayores.
Como sus cuerpos son pequeños, los animales jóvenes pueden deshidratarse más rápidamente debido a la falta de absorción de nutrientes causada por los parásitos. También pueden sufrir anemia más fácilmente debido a la carga de parásitos en sus cuerpos.
Diagnóstico, tratamiento y prevención de los parásitos intestinales
La parte complicada de los parásitos intestinales es que muchos de ellos no se pueden ver y no muestran signos, lo que puede provocar que creas que tu mascota no tiene parásitos. Los veterinarios suelen recomendar análisis fecales rutinarios por esta misma razón, ya que el hecho de que no veas los parásitos no significa que no estén ahí.
La buena noticia es que hoy en día existen varios antiparasitarios que atacan y previenen la reinfección de la mayoría de los parásitos gastrointestinales comunes. Dependiendo del tipo de parásitos a los que esté expuesta tu mascota, tu veterinario puede recomendarte diferentes productos. No obstante, la mayoría de los productos antihelmínticos disponibles en el mercado previenen y tratan ascárides, anquilostomas, tenias y tricocéfalos.
Dado que muchos parásitos se propagan a través de las heces, mantener limpio el jardín puede ayudar a evitar que tu perro o gato se vuelva a enfermar o contagie a otras mascotas. La misma regla se aplica a los areneros de los gatos: cuanto más limpio este el arenero, menos posibilidades habrá de propagar parásitos.
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