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¿Qué te dicen las heces de tu gato?

¿Sientes curiosidad por la salud de tu gato, pero no obtienes mucha información de esos ronroneos, maullidos, sacudidas de orejas y silbidos ocasionales? Prueba echar un vistazo a lo que sale por el otro extremo. 

Sí, estamos hablando de las heces. Tanto si crees que es lo peor de vivir con un gato como si crees que es lo más cómodo, el hecho de que los gatos vayan al baño en un arenero hace que analizar sus hábitos de defecación sea bastante cómodo y fácil.

Desafortunadamente, si tu gato sale de casa, tal vez no veas cuándo o dónde va al baño, pero a los efectos de este artículo, vamos a hablar de los gatos de interior y sus hábitos de aseo. 

Vas a tener que limpiar el arenero diario, así que es mejor que tengas un poco de conocimiento previo para que tu «lectura del baño» sea un poco más agradable.

Empecemos con los hábitos de ir al arenero

Dado que los gatos están tan preocupados por el arenero, normalmente se puede saber si están disgustados por algo, si dejan de utilizarlo correctamente o no lo utilizan en absoluto. Si tu gato empieza a defecar en lugares distintos a su arenero, puede deberse a muchas razones. En primer lugar, debes llevar a tu gato y una muestra de heces (cuando sea posible) a tu veterinario para descartar cualquier posible problema médico.

El estreñimiento, el dolor o la incomodidad pueden hacer que tu gato evite el arenero, ya que lo asocia con algo desagradable. Del mismo modo, la vejez, los problemas para caminar (incluso para superar el borde alto de un arenero) o la incontinencia pueden disuadirle incluso de intentar llegar a tiempo.

Otra causa frecuente es tener más de un gato en casa. El estrés de ser acechado mientras usa el arenero puede ser demasiado para algunos gatos. Proporciona a cada uno de tus gatos su propio arenero, más uno extra, en lugares separados y de fácil acceso, y probablemente acabarás con este problema.

¿Qué es normal?, ¿qué no lo es?

Lo ideal es que las heces de tu gato tengan un color marrón oscuro y una consistencia que no sea ni demasiado firme ni demasiado blanda. Una masa ligeramente blanda es lo que se busca y, por suerte, es lo más fácil de recoger. 

Por supuesto, muchas veces es difícil saberlo porque tu gato ha cubierto cuidadosamente todas las pruebas con una capa de arena, pero no hacen falta demasiados días de recogida para hacerse una idea de lo que es normal para tu felino, incluso debajo de la arena.

Dado que la mayoría de los gatos de interior tienen una dieta bastante estable, es probable que a diario sus heces tengan un aspecto muy uniforme. Si cambias bruscamente de alimento a tu gato, no te sorprendas si sus heces son líquidas o sueltas durante un tiempo. El tracto digestivo de un gato puede ser un poco sensible a los cambios.

Si las heces blandas persisten, consulta a tu veterinario para descartar sensibilidades alimentarias u otros problemas médicos. Si observas que las heces a veces se le pegan a la cola por la forma en que se coloca cuando va al baño, considera recortarle el pelo.

Otras cosas que hay que tener en cuenta al recoger los excrementos son las hebras largas en forma de espagueti o lo que parecen trocitos de arroz, estos son parásitos. Si detectas alguno de ellos, lleva una muestra a tu veterinario en una bolsa o recipiente hermético para que pueda prescribirle el tratamiento adecuado. 

También es posible que a veces observes pelos en las heces de su gato. No te preocupes. Es normal y es simplemente un efecto secundario de la afición de tu gatito por acicalarse.

Mal olor

Si las heces de tu gato huelen más de lo habitual, la causa puede ser cambios en la dieta, bacterias, parásitos, trastornos digestivos u otros. Una visita al veterinario para determinar cuál es la causa hará la vida de ambos más agradable.

Ten en cuenta que a veces puede deberse a una dieta rica en proteínas. Para los gatos a los que se les ha diagnosticado diabetes, se prescribe una dieta alta en proteínas para mantener los niveles de glucosa bajo control. Si este es el caso, puede que sólo tengas que taparte la nariz, recoger y aguantar.

¿Heces de venganza?

A veces los gatos defecan en lugares inapropiados, como los zapatos o la cama. Puede parecer que están calculadamente enfadados contigo; sin embargo, estos problemas de comportamiento son territoriales.

No los castigues ni lo regañes, pues sólo conseguirás empeorarlo. En su lugar, averigua qué está causando la angustia emocional de tu gato y trabaja para eliminarlo. Es posible que también tengas que ser proactivo y mantener sus lugares favoritos para defecar fuera de su alcance. Intenta cerrar la puerta de tu habitación siempre que sea posible y guarda en un armario los objetos que te interesen, como los zapatos

Tenemos un problema

Si notas heces negras, alquitranadas o con sangre o tu gato deja de ir al baño por completo (más de 48 horas) puede tener una obstrucción o hemorragia intestinal, problemas renales u otro problema médico. De nuevo, una visita al veterinario debe ser tu prioridad número uno para ver qué ocurre.

Lo que entra debe salir.

La mejor forma de asegurarte de que la digestión de tu gato se mantiene lo más fluida y libre de problemas posible es alimentarlo regularmente con alimentos de alta calidad.

Los gatos se consideran "carnívoros obligados". Esto significa que su dieta debe contener proteínas de origen animal. Sin embargo, también necesitan la cantidad adecuada de vitaminas y minerales para evitar multitud de problemas de salud graves. Por eso es importante elegir un alimento para gatos de primera calidad.

Si encuentras un alimento que funcione bien para tu gato, no lo cambies. Esto incluye también los premios. Alimentar a tu gato con un alimento de alta calidad, pero permitirle que coma premios elaborados con ingredientes de calidad inferior puede alterar su digestión y provocar algunos encuentros desagradables en el arenero.

Una ventaja añadida de elegir un alimento de mayor calidad y más rico en nutrientes es que su gato no tendrá que ingerir mucho alimento para obtener la nutrición que necesita. Menos comida significa menos excrementos, lo que se traduce en menos trabajo para ti. Algunas personas incluso juran que los excrementos de sus gatos huelen un poco mejor cuando comen mejor comida.

Si alguna vez tienes preguntas sobre los hábitos de tu gato a la hora de ir al baño, consulta con tu veterinario cualquier duda.

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