¿Por qué se rasca mucho mi gato?
Normalmente, los gatos son increíblemente tranquilos y relajados. Muy pocas cosas parecen agitarles, y quizá por eso se nota tanto la comezón en un gato, porque está definitivamente agitado, y podemos verlos rascarse fuertemente, a veces hasta el punto de dañarse gravemente la piel.
Algunas de las mismas cosas que afectan a los perros también afectan a los gatos, pero los gatos son como ellos mismos, y hay diferencias claras entre ellos y sus congéneres caninos. Sigue leyendo para saber qué puede estar haciendo que tu gatito se rasque como un loco, y cómo puedes ayudarle.
Pulgas
A los gatos les pueden picar las pulgas en cualquier parte del cuerpo, pero por alguna razón prefieren la zona de la base de la cola, es decir, la parte en la que la cola se une al cuerpo. Aunque puede ser lindo ver cómo tu gato levanta su cola cuando lo estás rascando, ten en cuenta que una comezón excesiva en esa zona puede significar que tiene pulgas.
Hoy en día hay tantos productos eficaces en el mercado para mantener a tu gato libre de pulgas que no hay ninguna razón de peso para saltarse esa parte de su cuidado. Es importante señalar que una vez que un gato tiene una infestación de pulgas puede desarrollar una fuerte hipersensibilidad a la saliva de la pulga, lo que puede hacer que incluso una sola picadura de pulga desencadene una intensa respuesta de comezón.
Por lo tanto, sé diligente a la hora de mantener a tu gato libre de pulgas, especialmente si vives en una zona en la que las pulgas son comunes.
Ácaros
Los ácaros son pequeñas criaturas repugnantes que se presentan en una variedad de especies, y cada una produce síntomas ligeramente diferentes. Cuando hay una infestación de ácaros, solemos llamarla «sarna». Los gatos pueden contraer los tipos de sarna por los que son famosos los perros, incluida la sarna sarcóptica y la demodécica, pero la sarna otodéctica parece ser el tipo más común en los gatos.
La sarna otodéctica es una infestación de ácaros del oído. Es muy común verla en gatitos que provienen de una camada que ha estado viviendo al aire libre, o en condiciones de calle. Los ácaros del oído producen dentro de la oreja unos restos marrones gruesos y costrosos que son fácilmente reconocibles.
Sin embargo, tu veterinario debe examinar una muestra de los restos al microscopio. Por lo general, los pequeños ácaros son fáciles de ver, pero además comúnmente se puede observar muestras de infecciones bacterianas o fúngicas, además de los ácaros. El tratamiento es antiparasitario, además de antibacteriano y/o antifúngico si es necesario.
Dermatofitosis (Hongos)
La dermatofitosis o tiña tiene un nombre desafortunado. Mucha gente encuentra lesiones cutáneas pruriginosas y escamosas en sus gatos y piensa que es imposible que tengan tiña, porque han sido desparasitados recientemente. Esto es un error muy común.
En realidad, la dermatofitosis es causada por un hongo, y en general las lesiones que provoca suelen tener forma circular; de ahí su nombre. No sólo es bastante contagiosa entre gatos, sino que los perros y las personas también pueden contraerla de ellos. Los gatos que han estado viviendo en refugios se contagian fácilmente la enfermedad entre ellos debido a la estrechez de las viviendas.
Las lesiones suelen ser identificables, ya que se vuelven de color verde brillante cuando se iluminan con una lámpara fluorescente especial llamada lámpara de Wood, pero algunas especies de dermatofitos no son fluorescentes, y hay que realizar un cultivo especial para identificar el hongo.
La mayoría de las veces, el tratamiento tópico por sí solo no resuelve completamente la enfermedad en los gatos, y tenemos que administrar antifúngicos orales. Es importante aislar a los gatos que se recuperan del resto de la familia para que no se transmita la enfermedad.
Alergias
Los gatos pueden ser alérgicos a algo del entorno, al igual que las personas y los perros. Las alergias ambientales se conocen como atopia, y los gatos pueden ser sensibles a muchas cosas, como el polen de las plantas, el polvo y la hierba. También pueden tener alergia a la comida que les damos. Es posible que hayas visto lo que las alergias le hacen a un perro, pero ten en cuenta que los gatos pueden tener algunos de los mismos síntomas, pero también pueden tener otros completamente diferentes.
Cualquier gato que presente comezón en general debe considerarse sospechoso de tener alergias. Pero los gatos pueden tener lesiones realmente inusuales que creemos que están provocadas por alergias. Por ejemplo, a veces vemos costras gruesas y negras en la cara, las orejas o el cuello que ni siquiera parece que causan comezón. A veces, las costras se desprenden con facilidad y la piel se ve roja e inflamada por debajo. Con el tiempo, las costras vuelven a aparecer. Se conocen como placas eosinofílicas, y se cree que están relacionadas con enfermedades alérgicas.
Los gatos también pueden acicalarse hasta quedarse calvos cuando tienen alergias. Esto suele ocurrir en el abdomen, pero a veces también se les puede ver en el lomo.
Tenias (Dipylidium caninum)
Las tenias son parásitos internos que afecta a los gatos. Normalmente, los gatos contraen tenias al ingerir pulgas que transportan los huevos de las tenias, pero algunos roedores también pueden ser portadores de tenias.
Dado que las tenias adultas abandonan el cuerpo en segmentos a través del ano, los gatos con estos parásitos pueden lamerse el trasero o desplazarse por la alfombra de forma rutinaria. Las tenias parecen pequeños trozos de arroz y suelen encontrarse en el trasero del gato, secas y pegadas al pelo.
Reacciones a fármacos
Los gatos parecen más propensos que los perros a sufrir reacciones cutáneas a los medicamentos. Se conocen como reacciones cutáneas adversas a los medicamentos o RAM. Estas reacciones no son de esperar (a diferencia de la somnolencia tras la administración de un antihistamínico, que es algo que esperaríamos) y se producen tras la administración de una dosis normal de un medicamento.
Desgraciadamente, no entendemos por qué un individuo tiene una respuesta de hipersensibilidad a un medicamento que la mayoría de las demás toleran sin problemas, y tampoco podemos predecir qué individuo acabará teniendo una reacción.
Las reacciones cutáneas adversas suelen producir enrojecimiento, comezón intensa, urticaria e incluso ampollas. La mayoría comienzan con comezón, por lo que si acabas de administrar un medicamento a tu gato y observas que se rasca mucho, llama a tu veterinario para hablar sobre la posibilidad de una reacción al fármaco.
Estas son solo las causas más comunes por las que tu gato se podría estar rascando, no olvides que para un diagnóstico y tratamiento adecuado es necesario que lleves a tu minino al veterinario.
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