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¿Por qué muerde mi hurón?

Muchos amantes de los hurones niegan que estos le hagan daño a propósito, a menos que estén asustados, pero morder es un comportamiento natural en los hurones jóvenes. Tienen dientes afilados y pueden hacerte daño si muerden y se agarran, por lo que conviene saber cómo afrontar esta situación sin resultar gravemente herido.

Los machos jóvenes, sobre todo los que han vivido la mayor parte de su vida en una tienda de animales sin mucha manipulación, agarran de vez en cuando a las personas como lo hacen entre ellos. Agarran con fuerza, aprietan todo lo que pueden y sacuden la cabeza. Esto no hace mucho daño a otros hurones, pero la piel humana no es ni de lejos tan gruesa como la de los hurones, y nosotros no tenemos una cubierta de pelo protectora, por lo que ese tipo de trato causa verdadero dolor.

Por lo tanto, morder es un comportamiento natural de los hurones, pero también pueden hacerlo por otras causas.

Reacciones de miedo

Los hurones pueden asustarse ante un movimiento brusco desde arriba, sobre todo si va acompañado de un ruido fuerte. Probablemente, se trate de un reflejo heredado de sus antepasados salvajes, las comadrejas y los turones, que eran presa sobre todo de grandes aves.

Una reacción de miedo en un hurón joven es dramática. El hurón encorva la espalda, abre la boca, sisea, esponja la cola y el pelo del cuerpo y, a veces puede chillar, un sonido que alarma a los demás animales y personas de la zona. Si no se calma, puede liberar una secreción de fuerte olor en sus sacos anales. Toda esta serie de acontecimientos es una reacción de defensa destinada a ahuyentar al atacante.

Los hurones adultos rara vez muestran esta reacción de miedo, a menos que sean atacados de verdad por otro animal, y algunos llegan a ser tan confiados que ni siquiera lo hacen entonces.

Los hurones domésticos que salen accidentalmente al exterior pueden asustarse tanto que pueden atacar a sus tutores, por lo que hay que acercarse a ellos con cautela si manifiestan la reacción de piloerección. Nunca intentes coger a un hurón con miedo. El hurón muerde con tanta fuerza que puede causar heridas graves que pueden requerir sutura.

Puedes optar por poner un abrigo o una toalla por encima y dejarlo tranquilo en la oscuridad hasta que esté menos asustado, o hasta que alguien pueda ponerse un par de guantes gruesos de cuero para capturarlo. Habla en voz baja y no hagas movimientos bruscos o ruidosos hasta que tenga la oportunidad de calmarse. Es asombroso lo rápido que puede moverse un hurón alarmado, y es posible que no tenga una segunda oportunidad para atraparlo.

Madres y cachorros: Comportamientos habituales de mordedura

Algunos hurones con crías atacan a los extraños que se acercan al nido para coger a sus cachorros, una defensa justificada por su parte. Muerden con fuerza, con la intención de hacerle el mayor daño posible. Si alejas el brazo o la mano del nido, y la madre hurón te sigue mordiendo, normalmente te soltará y volverá con sus crías. La mejor manera de evitar este tipo de mordedura es no molestar a una hembra con crías.

Juego entre hurones

La mayoría de las crías de animales mastican y se meten cosas en la boca, y los hurones no son una excepción. Los hurones juegan luchando y agarrándose al cuello con los dientes. Hasta que aprenden lo contrario, esperan hacer lo mismo con las personas. Los cachorros pueden morder muy fuerte si tienen hambre, porque no han aprendido a distinguir la comida de los dedos.

Qué hacer cuando tu hurón te muerde

Nunca tires de un hurón que muerde

Cuanto más intentes soltarlo, más se aferrará y más dolor te causará. No puedes hacer palanca para separar los dientes del hurón porque tiene unas mandíbulas muy fuertes y es muy decidido.

A veces, si presionas los labios del hurón contra sus muelas, soltará su agarre el tiempo suficiente para que puedas liberarte. Sin embargo, existen otros trucos para conseguir que un hurón mordedor suelte.

No lo golpees

Golpear a un hurón mordedor en cualquier parte del cuerpo suele provocar que se agarre más fuerte y sacuda la cabeza con más fuerza, causándote más dolor. Un hurón muy asustado también puede volverse más frenético y morder con más fuerza en lugar de jugar.

No subestimes el daño que puede hacer un hurón con sus dientes: son animales depredadores, que cazaban ratas para comer, las cuales son adversarios temibles. A algunos hurones maleducados se les puede disuadir de morder dándoles un fuerte chasquido en la punta de la nariz con un dedo, pero si no te mueve en cuanto el hurón te suelta, lo normal es que haga otro intento de morder.

Sacudelos

Esta es la forma en que los hurones se castigan entre sí: Una hurona madre que disciplina a un cachorro lo agarra por el cuello y lo sacude. Si lo haces no uses mucha fuerza, ya que puedas hacerle daño, solo sacude hacia delante y hacia atrás o hacia arriba y hacia abajo lo suficiente para llamar su atención, y aleja inmediatamente tus manos del alcance de sus dientes cuando te suelte, cosa que casi siempre hará.

Sacudirlo con más suavidad

También sirve para distraer a un hurón joven que se empeña en morderte los dedos cuando lo agarras. Sacudirlo constantemente parece interesarle en lugar de alarmarle, y te ahorrará muchos mordiscos cuando no puedas dejarlo en el suelo y debas sujetarlo durante más tiempo del que prefiere.

Los hurones que muerden con fuerza, y que no dejan de hacerlo con estas técnicas, suelen soltarse si mojas su cabeza un poco. Ocasionalmente, uno muy decidido piensa que esto es parte del juego y se aferra de todos modos.

El último recurso consiste en introducir con la parte redondeada de un lápiz o una pluma algo muy amargo o dulce en la boca del hurón. A veces, el propio lápiz tiene un sabor interesante y el hurón suelta el brazo o la mano para probar algo nuevo.

Cómo adiestrar a tu hurón para que no muerda

A la mayoría de los hurones jóvenes les gusta la acción cada minuto que están despiertos, y normalmente pueden provocar algo de acción si te muerden. Si tu hurón te muerde insistentemente para llamar tu atención, o te muerde cada vez que lo agarras en brazos, devuélvelo a su jaula durante un tiempo, hasta que aprenda que morder no es un movimiento de liderazgo aceptable.

Acompaña cada intento de morder con un "No" firme y con voz áspera, distinta de la que utilizas cuando lo conscientes. Estas lecciones tardarán lo que parece mucho tiempo en aprenderse, pero si persistes, te verás recompensado más adelante con un hurón afectuoso con el que es seguro y divertido jugar para presentárselo a tus amigos.

Cuando manipules hurones no socializados, evita que te muerdan agarrándolos rápida y firmemente, y no intentes mimarlos hasta que hayan aprendido algunos modales. Cuando tengas que manipular a un mordedor, una persona con experiencia puede sujetar al hurón por el pescuezo o mantenerlo sujeto por el cuello, con el pulgar y los dedos rodeando el cuello por debajo de la mandíbula para que el hurón no pueda bajar la cabeza y morder.

Los hurones adoptados como cachorros por personas con experiencia en su manejo rara vez desarrollan el hábito de morder, porque se desalienta el morder las manos humanas antes de que se convierta en un mordedor.

Un macho adoptado a medio crecer, especialmente entre las 12 y 16 semanas de edad, es más propenso a morder porque ha estado jugando a juegos bruscos con sus compañeros hurones que no se oponen mucho. Es menos frecuente que se comporten así las hembras y machos castrados, pero los hurones son individuos y no se pueden hacer generalizaciones.

En conclusión, si se les corrige con firmeza y paciencia, la mayoría de los hurones que muerden porque no fueron socializados cuando eran cachorros pueden convertirse en mascotas muy cariñosas.

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