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Entrenamiento para el uso de jaula en perros

Las jaulas son herramientas muy útiles diseñadas para el transporte o la contención de animales, sin embargo, también es posible acondicionar este accesorio para que tu perro pueda utilizarla como refugio o como una alternativa para descansar además de su cama. De este modo, las jaulas no solo sirven para contener a tu mejor amigo, también pueden representar una cómoda zona de seguridad en donde tu perro gustará de pasar tiempo y con ello, otorgarte tiempo libre y momentos de tranquilidad.

El proceso de entrenamiento para el uso correcto de la jaula es interesante, minucioso y depende de las condiciones individuales de cada perro, pero con el enfoque correcto, puedes aprovechar el instinto de guarida de tu perro para convertir este accesorio en un tu gran aliado en casa, una zona libre de estrés que además, podría apoyarte con la corrección de sus comportamientos no deseados. A continuación, te contamos cómo tener éxito en esta labor.

Habituando la jaula

Para empezar, la jaula debe representar un elemento más de la casa. Debe colocarse en un espacio cómodo donde ambos convivan comúnmente.  Al inicio, la entrada deberá mantenerse abierta en todo momento, el concepto general es aprovechar su curiosidad y permitir que explore tanto como lo desee, sin forzarlo.

Una vez que tu perro se ha acercado y entrado a la jaula, es momento de colocar juguetes, premios o incluso sus raciones de alimento dentro, el objetivo es que comience a percibirla como parte positiva de su rutina. Durante este proceso, la ubicación adecuada (sin corrientes de aire, calor extremo, ruido, etc…) sumado a los increíbles premios, ayudarán a generar una asociación positiva.

Cuando tu perro se sienta visiblemente cómodo estando dentro de la jaula, cierra la puerta durante unos segundos inicialmente, comienza con 15 segundos y valora su comodidad, el tiempo puede aumentar o disminuir cuanto lo necesites, el tiempo de permanencia adecuado no deberá crearle la necesidad de lloriquear. La constancia es la clave, realiza varias repeticiones en sesiones de entrenamiento de no más 5 minutos al comienzo, para posteriormente incrementar la duración de las sesiones de entrenamiento y el tiempo que le pides permanecer dentro de jaula.

Con el pasar de los intentos tu perro comenzará a descifrar el patrón; al entrar, el recibe una recompensa, pronto comenzará a anticiparse y entrará a la jaula lo más pronto posible para recibir su recompensa, esté es el momento para alejar la guía paulatinamente (tu mano con el premio) hasta que solo tengas que señalar la jaula y él entre enseguida, una vez logrado, incrementa paulatinamente esta distancia hasta la jaula. Para finalizar, asocia una palabra que le indique que debe entrar, comúnmente se utiliza la palabra “casa”, pero puede ser la que elijas. Repite “casa” al comienzo de cada repetición, en tanto más constante sea el entrenamiento, el comportamiento resultará más pulido.

Algunos consejos útiles

Practica el tiempo dentro de jaula.

Para alargar el tiempo de permanencia, practica en una habitación tranquila, pide que entre y una vez logrado, siéntate tranquilamente junto a él, esa sensación de tranquilidad le ayudará enormemente. Deja la habitación por periodos muy cortos de tiempo, repite y aumenta gradualmente ese tiempo, esto le asegurará que la compañía siempre vuelve y le transferirá calma. 

Uso de la jaula durante la noche

Para este punto el vínculo emocional es muy útil. El ejercicio deberá practicarse cerca de tu cama al principio, y si el plan es tener a tu mejor amigo en otra habitación, deberás alejar lentamente la jaula cada noche, en la medida que se sienta cómodo. La cercanía contigo evita que se sienta solo o castigado.

Y… ¿Si tiene que quedarse solo?

Una vez que tu perro se siente cómodo en la jaula cuando estás en casa o durante la noche, es factible dejarlo solo en casa dentro de una jaula, aunque, inicialmente te sugerimos practicar con períodos cortos de tiempo, pues dejarle solo mucho tiempo podría resultar en una mala experiencia y posteriormente cada despedida lo haría sentir ansioso. Al regresar, es importante; premiarlo como de costumbre, evitar los saludos efusivos y alejarse como si no fuera gran cosa, la jaula puede abrirse después de unos breves minutos. 

Aprecia un espacio valioso

La asociación positiva de la jaula es un tema interesante, un consejo útil es nunca dar motivos a tu perro para hacerle pensar que éste, es un sitio de castigo. Es decir, este aditamento no puede utilizarse como sitio de encierro, castigo o regaño, si tu perro se está portando mal o necesita ser aislado, la mejor opción es llevarlo solo a una habitación adecuada y cerrar la puerta durante unos minutos. La jaula nunca debe dejar de sentirse como un espacio de seguridad, donde él es intocable y donde; una vez que entra o está cerca, solo cosas buenas ocurren.

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