¿Cómo puedes ayudar a tu gato a bajar de peso?
Conseguir que tu gato pierda peso puede ser todo un reto, pero no es imposible. Hay una serie de estrategias que puedes emplear para ayudar a tu gato a adelgazar. Pero, además de saber cómo bajar de peso a tu minino, también es importante que conozcas los peligros de la obesidad felina y saber cuáles gatos son más propensos a ella.
¿Por qué es mala la obesidad en tu gato?
La obesidad agrava muchas enfermedades, y es directamente responsable del desarrollo de otras. Por ejemplo, sabemos a ciencia cierta que los gatos obesos son propensos a desarrollar diabetes, y esta es parecida a la de los humanos con sobrepeso, en la cual todavía se produce insulina (la hormona que ayuda al cuerpo a utilizar la glucosa de la dieta), pero las células no responden muy bien a ella. Esto deja al gato en un estado constante de hiperglucemia, o nivel alto de glucosa en la sangre, que produce una serie de cambios no deseados y poco saludables en el organismo.
El sobrepeso también dificulta el acicalamiento en los gatos, ya que al estar gordos no pueden llegar a todas las zonas que necesitan limpiar. Además, la grasa corporal extra pasa factura al corazón, y puede causar dificultades para respirar y empeora el dolor asociado a la artritis.
También, hace que sea más difícil para tu veterinario determinar si todos los sistemas internos están funcionando adecuadamente, ya que la capacidad de sentir los órganos internos y escuchar el corazón y los pulmones se ve comprometida.
Prevenir es mejor
Hay varios factores que parecen predisponer a los gatos al sobrepeso. Los gatos machos, por ejemplo, parecen más propensos a ello, al igual que los gatos que viven en el interior del hogar y los gatos que han sido esterilizados.
Esto no quiere decir que debes dejar a tu gato salir, ya que los riesgos de estar en el exterior superan con creces el problema del sobrepeso. Pero, no te preocupes, existen algunas cosas que puedes hacer para ayudar a tu gato a recuperar su esbelta figura.
Cambia su alimentación
Los gatos son carnívoros obligados. Esto significa que requieren de dietas que contengan una gran cantidad de proteína animal. pero, algunos de los alimentos secos para gatos disponibles en el mercado, hablando especialmente de las marcas más baratas de los supermercados, contienen un gran porcentaje de carbohidratos en forma de cereales, lo que es perjudicial para la salud y el peso de tu gato.
Se piensa que el aumento de los carbohidratos en la dieta desempeña un papel en el desarrollo de la obesidad felina, pero no se ha demostrado una relación directa.
Sabemos que los alimentos secos para gatos son una forma relativamente densa de calorías. Además, de que contribuyen a la sobrealimentación, porque es fácil llenar el plato y permitir que coma todo lo que quiera.
En el caso de los alimentos húmedos, estos contienen casi un 70 % de agua, así que es probable que los gatos se sientan satisfechos más rápido al comer estos alimentos.
También existen los alimentos bajos en calorías, o para gatos esterilizados, que son justo para este tipo de situaciones. Recuerda consultar con tu veterinario para saber cuál es el mejor alimento.
Cambia la forma de alimentar a tu gato
Una estrategia es hacer que tu gato interactúe con su comida, y que se la “gane”. Puedes comprar platos de alimentación lenta, los cuales tienen una especie de laberinto dentro que hace que consuman las croquetas de forma gradual.
También, puedes utilizar rompecabezas en donde tu gato tendrá que utilizar sus habilidades para poder conseguir el alimento. La idea es devolver la aventura y la emoción a la obtención de su comida, y ralentizar la alimentación para que tu gato se sienta saciado antes.
Si estás alimentando a tu gato con un plato de gravedad o automático debes dejar de hacerlo, ya que estos platos le permiten tener el alimento siempre a su disposición, impidiendo el control de la dieta.
Utiliza la etiqueta del alimento como guía para determinar una cantidad de comida diaria y comienza a darle 3 o incluso 4 comidas pequeñas al día. Consulta con tu veterinario la cantidad de alimento que debes ofrecerle.
Cambia la ubicación de los platos
La mayoría de Pet Parents no va a conseguir adelgazar a sus gatos poniéndoles una correa para salir a correr a toda velocidad por las calles. Entonces, ¿cómo puedes aumentar el nivel de actividad de tu gato, cuando todo lo que parece querer hacer es una siesta?
Una estrategia que funciona es mover los platos de comida y agua por la casa. Coloca uno o varios de ellos en zonas altas, aunque el lugar debe seguir siendo accesible, debe estar lo suficientemente alto como para fomentar cierta actividad deportiva. Cambia de lugar los platos con frecuencia, para que tu gato siga “a la caza” de su alimento.
Juega con tu gato
La mayoría pensaría que cuando un gato deja de comer cuando ya no tiene hambre, pero la realidad es otra. Para muchos de ellos, comer se convierte en una especie de pasatiempo, y los resultados son bastante desastrosos.
Pero los gatos domésticos son animales típicamente sociales, y les encanta interactuar con nosotros. Los punteros láser, los juguetes tipo varita, los ratones eléctricos, etc. Son buenas opciones para jugar. Evita las cuerdas y los hilos, ya que son extremadamente peligrosos cuando se los tragan, y los juguetes que incitan a atacar sus manos.
¡No demasiado rápido!
Recuerda siempre que la pérdida rápida de peso en los gatos con sobrepeso puede precipitar una enfermedad conocida como hígado graso, o lipidosis hepática. No prives nunca a tu gato por completo del alimento, y consulta inmediatamente a tu veterinario si tu gato no muestra interés por la comida de forma repentina.
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