¿Cómo cuidar a tu ave geriátrica?
Un ave que ha permanecido muchos años en nuestra compañía se denomina “geriatra” o “senior”, las cuales tienen necesidades especiales, tanto de mantenimiento como de atención médica.
Te brindamos algunos consejos para darle lo necesario a tu ave en esa etapa de su vida:
- La alimentación adecuada es esencial para una buena nutrición.
- Proporciona un entorno de calidad (facilidad de acceso a alimentos, agua, temperatura, perchas adecuadas, etc.)
- Realiza exámenes periódicos regulares de tu ave y sus excrementos.
- Programa exámenes veterinarios como mínimo cada año y realiza pruebas de laboratorio, un control de peso corporal, etc. según lo recomendado por tu veterinario.
- Familiarízate con signos y síntomas de enfermedades que se ven comúnmente en las aves geriátricas y llevala con tu veterinario para que la examine si notas alguno de estos signos.
Nutrición
La desnutrición es común en las aves de compañía sino se le brinda la alimentación adecuada, y los signos pueden no aparecer o no notarse durante años. Las condiciones más comunes relacionadas con la desnutrición en aves geriatras son:
- Peso anormal: Las aves psitácidas (aves de la familia de los loros) alimentadas con dietas a base semillas o principalmente semillas tienen más probabilidades de tener sobrepeso a medida que envejecen.
- Otros factores que conducen a la obesidad, incluyen un metabolismo más lento en las aves mayores, menos actividad y, más raramente, algunos trastornos metabólicos como el hipotiroidismo.
La obesidad puede causar abdomen distendido, dificultad para respirar, disminución de la capacidad para tolerar el calor, picos demasiado crecidos y grasa visible debajo de la piel.
Por el contrario, para algunas aves geriátricas se puede notar una disminución de peso. Esto puede deberse a otros problemas como la artritis, lo que los hace menos propensos a moverse al plato de comida o ser incapaces de agarrar la comida con los pies.
Otros posibles padecimientos en aves geriátricas
Deficiencia de vitamina A o hipovitaminosis A
Principalmente es causada por una dieta a base de semillas. Los síntomas pueden ser sutiles o graves e incluyen estornudos, secreción nasal, sibilancias, fosas nasales tapadas, y/o con costras, letargo, depresión, diarrea, retención de huevos y distocia, balanceo de la cola, falta de apetito, emaciación (pérdida de peso severa), color de plumas deficiente, ojos hinchados, secreción ocular, arcadas, aliento maloliente, manchas blancas o una apariencia «viscosa» en la boca.
Deficiencia de calcio
La deficiencia de calcio es más común en loros grises africanos, que tienen una mayor necesidad dietética de vitamina D. Una vez más, las dietas de solo semillas pueden ser las culpables.
Sistema nervioso y ojos
Algunas especies, como loros grises africanos, ninfas y loros amazónicos parecen ser más propensos a la arterosclerosis (endurecimiento de las arterias), lo que puede provocar signos del sistema nervioso central (SNC) como convulsiones.
Se debe poner atención en la pérdida de la visión en las aves. Se observan con los ojos entrecerrados y enrojecidos, ya que en las aves se forman de manera rápida (semanas), y puede conducir rápidamente a ceguera.
En las aves geriátricas, el iris del ojo puede volverse de color más claro.
Cambios de comportamiento
A medida que las aves envejecen, pueden mostrar cambios de comportamiento. Tales como aumento de sueño, disminución de actividad y menos vocalización.
Algunos de estos cambios son normales al aumentar su edad y pueden ser idénticos a los que verías si tu ave estuviera enferma. Si notas estos cambios, es mejor que sean examinadas por tu veterinario para determinar la causa.
Movilidad
La artritis se presenta en aves geriatras. Puede verse como una flexibilidad reducida, renuencia a volar, articulaciones hinchadas, sentarse en el fondo de la jaula o incluso pérdida del equilibrio. Las perchas flexibles, las plataformas para sentarse y otros ejercicios físicos pueden ayudar. Además, tu veterinario puede recetar medicamentos si la afección es grave.
Enfermedad hepática
Se presenta en aves geriatras con sobrepeso, donde puede ocurrir lipidosis hepática (hígado graso). Los signos incluyen pérdida de apetito, letargo, depresión, abdomen distendido, dificultad para respirar, mala calidad de las plumas, diarrea y heces verduzcas. Si la función hepática disminuye considerablemente, las aves pueden desarrollar signos nerviosos como convulsiones, pérdida del equilibrio y temblores musculares. Esta es una enfermedad muy grave y puede afectar en gran medida la forma en que el ave puede responder a otros problemas de salud. Si tu ave muestra signos de hígado graso o tiene sobrepeso, haz una cita con tu veterinario.
Piel y plumas
En algunas aves geriátricas, los colores de las plumas pierden color. Deben ser monitoreadas para detectar cualquier recolección de plumas. Si tu ave geriátrica tiene artritis, puede afectar su capacidad para acicalarse, así que también debes estar atento a las plumas que permanecen fuera de lugar, o no se mantienen limpias.
Nefropatía
Esto puede estar asociado con hipovitaminosis A u otras enfermedades. Los signos generalmente incluyen depresión, letargo, esponjamiento de las plumas, debilidad, aumento de la bebida, excrementos acuosos, pérdida de peso y apetito, y deshidratación. La enfermedad renal puede ser capaz de ser manejada con éxito si se diagnostica a tiempo.
Enfermedades cardiacas y respiratorias
Las aves geriatras, especialmente aquellas que han vivido en ambientes donde hay humo de segunda mano, pueden desarrollar problemas crónicos en sus sacos de aire y pulmones. Algunas aves también pueden desarrollar problemas cardíacos, en cuyo caso el ave puede tener «desmayos», dificultad para respirar y abdomen distendido.
NO dejes pasar el tiempo si notas algún signo anormal en tu ave geriátrica, acude de inmediato con tu Médico Veterinario especialista de inmediato, recuerda que en esta etapa debes darle cuidados especiales y necesarios a tu ave.
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