6 formas en que el frío puede afectar a tu mascota
Las mascotas adoran el frío o lo odian. Algunos, especialmente los perros, parecen amar la nieve y el frío; otros prefieren hacer como un oso e hibernar hasta octubre. Aunque el ambiente invernal puede ser bellamente deslumbrante, también plantea una serie de peligros para tu mascota que no son tan frecuentes en otras épocas del año.
Los productos descongelantes pueden ser inseguros
Esta situación solo es posible en zonas donde caiga nieve. Si vives en una zona donde cae nieve o vas a viajar ten en cuenta lo siguiente:
Existe una cierta controversia en torno a lo que es un producto descongelante seguro para las mascotas. Cuando solo existía el viejo NaCl (sal), los animales podían enfermar considerablemente si lamían suficientes residuos de sus patas después de un paseo por el país de las maravillas del invierno. Además, la sal puede ser especialmente irritante para la piel.
Últimamente, hay una serie de productos menos irritantes para la piel, pero todos ellos siguen conteniendo compuestos que pueden causar enfermedades si se ingieren. Por supuesto, es necesario ingerir una cantidad considerable de cualquiera de estos productos para provocar complicaciones graves en tu mascota, y la cantidad que suelen ingerir al lamer los restos de hielo de sus patas es mínima. Sin embargo, los animales pueden llegar a comer tantas cosas, por lo que es importante mantenerlos alejadas de estos productos durante su uso.
Pueden tener frío, igual que tú
Algunas personas creen que, como los perros y los gatos tienen pelo, son capaces de soportar las bajas temperaturas mejor que los humanos y, ciertamente, las llamadas "razas del norte" como el Husky o el Mastín, parecen ser especialmente resistentes al frío, sin embargo, las temperaturas pueden bajar lo suficiente como ser un peligro y, los pequeños de pelo corto son los que corren más riesgo. La piel expuesta, como las orejas, la nariz y las patas, son especialmente sensibles y pueden verse afectadas rápidamente por las bajas temperaturas.
Terreno resbaladizo
En el invierno el suelo suele ser más resbaladizo y, aunque los gatos y los perros no suelen resbalarse, también pueden lastimarse. La rotura del ligamento cruzado se produce con cierta frecuencia en los perros cuando se resbalan mientras juegan.
El dolor se intensifica
Las personas con artritis podrán confirmar que el frío intensifica su dolor. Nadie parece entender realmente por qué, pero es algo que se comenta mucho. Algunas personas incluso creen que pueden predecir cuándo empieza a cambiar el tiempo, porque les duelen más las articulaciones.
Si tienes una mascota senior o con problemas articulares seguramente podrás empezar a notar que su movilidad disminuye o que empieza a llorar cuando comienza a hacer frío, por eso es de suma importancia protegerlo con la ayuda de una cama y chaqueta calientita.
Mantener el calor puede ser más difícil para los enfermos
Si tu perro o gato ya tiene un problema de salud, el frío puede dificultar la regulación de su temperatura corporal. Las enfermedades hormonales lo complican especialmente, como los problemas de tiroides, la diabetes y la enfermedad de Cushing.
Sin embargo, no utilices el hecho de que sea invierno como excusa para dejar que tu mascota gane peso. No vale la pena, ya que el sobrepeso aumenta el riesgo de padecer una serie de enfermedades.
Los gatos encuentran calor en lugares peligrosos
Los gatos se convierten en misiles peludos que buscan el calor en invierno. Es muy común que, los que se ven obligados a vivir en el exterior, se metan bajo los automóviles estacionados cuando el motor aún está caliente, los resultados pueden ser desastrosos cuando el auto se pone en marcha de nuevo. Si tienes un gato que pasa tiempo al exterior, considera esto como una gran razón para no dejarlo salir.
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