Todo lo que necesitas saber sobre los gatos Burmeses
Amigable, divertido, adorable y leal, el gato burmés es una gran mascota familiar. Les encanta recibir atención, aunque no la buscan demasiado, y su inteligencia los hace excelentes candidatos para aprender juegos como buscar y traer. Esta raza ha ganado varios admiradores, quienes están más que felices de retribuir el cariño que reciben de estos compañeros felinos.
Se dice que el burmés fue introducido a los Estados Unidos en 1930. El Dr. Joseph Thompson y una gatita de Birmania llamada Wong Mau se conocieron en los muelles de San Francisco. Posteriormente, el Dr. la cruzó con un siamés punto de foca. Mediante una reproducción selectiva, un tono café (conocido como sable) se volvió el color dominante de esta peculiar raza.
Características físicas
Aunque es verdad que tienen una apariencia hasta cierto punto característica, el burmés en realidad se presenta en una variedad de colores y complexiones. La Cat Fanciers’ Association reconoce cuatro colores diferentes, entre los que se incluyen el sable original, champaña, platinado y azul.
Los gatos burmeses con cabezas redondas y cuerpos cortos suelen ser la versión genérica de la raza. Sus grandes y expresivos ojos pueden ir desde el amarillo al dorado y, aunque son pequeños, pueden ser muy pesados. Según Vivian Baylor, la presidenta de la National Alliance of Burmese Breeders, es común que se refieran a ellos como “ladrillos en vueltos en seda” debido a que son increíblemente pesados para su tamaño, mientras que su pelaje es suave, liso y sedoso.
El suave pelaje del burmés muda muy poco; cepillarlo una vez a la semana debería ayudar a controlar la cantidad de pelo suelto.
Comportamiento
La vida con un burmés nunca es aburrida y no deberías llevar uno a tu hogar si no estás listo para amarlo y prestarle atención. De hecho, son tan amorosos que puede que necesites sacar a tu gato del cuarto para trabajar en la computadora, a no ser que quieras compartir tu teclado. Esta raza es leal a sus humanos y pasará todo el día siguiéndolos, jugando y “platicando” con las personas que ama. E inclusive, debido a su curiosidad y amor por las personas, a menudo se acercan a la puerta cuando llegan visitas y suelen querer estar cerca de ellas. Por lo general también se llevan bien con los perros.
Como los gatos sociables que son, no es bueno dejarlos solos, por lo que, si tus jornadas de trabajo son largas, considera la posibilidad de llevar otro burmés a casa para que puedan hacerse compañía. También ten en cuenta que ninguna repisa ni estante es demasiado alto para un burmés, así que asegúrate de guardar cualquier objeto peligroso en un cuarto bajo llave y no solo en lo alto de una estantería.
Aunque son de complexión pequeña, no te dejes engañar. Los burmeses necesitan estimulación diaria, tanto a través de actividades físicas como mentales. Los rompecabezas son uno de los pasatiempos favoritos, así como los juegos como buscar y traer.
Ejercicio y espacio
Aunque les encanta recibir atención, no suelen ser cariñosos en exceso. Sin embargo, son una raza muy habladora e intentarán comunicarse a través de maullidos.
Debido a que también son inteligentes y atléticos, los gatos burmeses necesitan formas de entretenerse que los mantengan física y mentalmente activos. Se les puede enseñar a jugar a buscar y traer, y suelen mantener su naturaleza juguetona y enérgica hasta la adultez. Constantemente quieren estar cerca de las personas, ya que son muy curiosos. Si abres una puerta, un cajón o un gabinete, el burmés con frecuencia brincará hacía allí antes de que te des cuenta.
Nutrición
Se debe alimentar a los gatos burmeses con una dieta balanceada de alta calidad y en porciones controladas. Como gatos activos, por lo general pueden mantener un peso saludable, siempre y cuando se les alimente de manera apropiada. Evita ofrecerle sobras de comida, así como cantidades excesivas de premios, ya que pueden ganar peso con facilidad.
Salud
Ciertas condiciones se pueden presentar con mayor frecuencia en el burmés que en otras razas; sin embargo, ninguna de ellas puede prevenirse por completo. Es por eso que es necesario vigilarlos en casa en caso de cualquier cambio en sus hábitos del uso del arenero, así como en su salud en general. Los cristales y cálculos de oxalato de calcio pueden provocar que realicen un esfuerzo excesivo al orinar; la presencia de sangre en la orina puede estar relacionada con una obstrucción uretral, lo cual se considera una emergencia veterinaria.
Mantener visitas regulares al veterinario es la mejor manera de detectar cualquier cambio nuevo o sútil en tu bermés antes de que se vuelva un problema grave. Como con todos los gatos, usar tratamientos preventivos antipulgas, desparasitantes y monitorearlo en casa en caso de cualquier cambio, son elementos claves para mantener a tu burmés feliz y sano.
El gato burmés es una raza por lo general sana; no obstante, como en todas las razas, existen ciertos problemas de salud que se presentan con mayor frecuencia dentro de la raza o por cuestiones de genética. Estos problemas pueden incluir, pero no se limitan a los siguientes:
- Fibroelastosis endocardial
- Alopecia psicógena
- Peritonitis infecciosa felina
- Hipokalemia
- Hiperestesia felina
- Quiste dermoide
- Secuestro corneal
- Glaucoma
- Prolapso de la glándula del tercer párpado
- Urolitiasis por oxalato de calcio.
Curiosidades
- Los gatos burmeses que conocemos hoy en día descienden de un solo gato traído de Birmania llamado Wong Mau.
- Los burmeses son una de las razas más platicadoras, disfrutan “hablar” con sus tutores a través de sus típicos gorjeos y trinos.
- El burmés es un gato altamente inteligente y sociable que ha sido comparado con perros. Incluso se les puede enseñar a jugar a buscar y traer
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