Problemas digestivos comunes en perros y gatos
Una digestión saludable es esencial para que tu perro o gato pueda utilizar los nutrientes que obtiene de los alimentos para construir y reparar tejidos y para obtener energía.
Para lograr todo esto, es necesario que todo el sistema digestivo cumpla sus funciones de digestión, absorción y eliminación de nutrientes. Si por algún motivo se ve afectada alguna parte de este sistema, puede presentarse una enfermedad o trastorno digestivo.
Signos de una enfermedad digestiva
Los signos de enfermedad digestiva son inexactos, ya que pueden aparecer con cualquier otra enfermedad. Por lo tanto, es importante llevar al veterinario a tu mascota en caso de que presente:
- Abdomen hinchado
- Dolor abdominal
- Vómito
- Diarrea
- Deshidratación
- Estreñimiento
- Sangre o moco en las heces
- Flatulencias
- Falta de apetito
- Pérdida de peso
Entonces, ¿qué definimos como trastorno digestivo?
Se refiere a cualquier trastorno que reduzca la digestión o absorción de los alimentos, o que altere su paso por el tracto digestivo.
Existen múltiples trastornos digestivos en perros y gatos. Sin embargo, para términos generales podemos dividirlos en 3 grupos:
- Infecciosas: Causadas por la invasión y multiplicación de microorganismos patógenos en el cuerpo (virus, bacterias o parásitos).
- Alteraciones alimentarias: Provocadas por la ingestión de alimentos o productos que no son adecuados para la mascota.
- Enfermedades orgánicas y funcionales: Enfermedades metabólicas, autoinmunes o crónicas que causan cambios en el tejido y/o función de los órganos.
Entre las afecciones que se diagnostican con mayor frecuencia se incluyen:
Gastroenteritis aguda
Es la inflamación del tracto gastrointestinal, principalmente del estómago y los intestinos. Suele ser de corta duración y tiene tres causas principales:
- Infecciones: Causadas principalmente por bacterias (como Campylobacter o Salmonella, E. coli o Clostridium), virus (como Parvovirus o Coronavirus, en perros o Panleucopenia o Peritonitis en gatos), o parásitos (como nematodos, Giardia o coccidiosis).
- Alteraciones en la dieta: Ingestión de alimentos en mal estado o rancios, cambio de dieta sin realizar cambio gradual, ingestión de alimentos con alto contenido en grasas o picantes, etc.
- Estrés: Cambios en el entorno, viajes, visitas al veterinario, etc.
Por su parte, la gastroenteritis crónica se refiere a la inflamación persistente del tracto gastrointestinal, y sus causas principales son alteraciones en la dieta, estrés o enfermedades autoinmunes.
Colitis
Es la inflamación aguda o crónica del colon. Suele estar causada por un parásito (tricocéfalos), tumores o pólipos, cambios en la alimentación, alergias (incluidas las alimentarias), ingestión de objetos extraños y otras enfermedades.
La colitis es más común en mascotas menores de 5 años y al causar la inflamación del intestino grueso, lo que provoca evacuaciones frecuentes y dolorosas con moco y sangre.
Parasitosis
Afectan a cualquier perro o gato, sobre todo si: come y huele heces infectadas, si tiene pulgas, o si come alimento, pasto, o agua contaminados.
Para determinar el tipo de parásito que tiene la mascota, es necesario que el veterinario haga estudios como el coproparasitoscópico. En este estudio se utiliza una muestra de heces para detectar la presencia de parásitos.
Alergia alimentaria
Provocada por la ingestión de un alimento que el cuerpo reconoce como nocivo y causa una reacción alérgica que afecta tanto al sistema digestivo como a la piel. Se sospecha de esta enfermedad, sobre todo si los signos son durante todo el año, y aparecen antes de los 6 meses o después de los 6 años.
Puede afectar a perros y gatos de todas las edades y sexos y los signos aparecen de forma inmediata o después de días de comer el alimento.
Los ingredientes más comunes que causan alergia en perros son: Res, productos lácteos, pollo, cordero, pescado, huevos de gallina, maíz, trigo y soja. En el caso de gatos, son: Pescado, leche de vaca, carne, huevos, pollo, cerdo y conejo.
Por su parte, la intolerancia alimentaria se refiere a una reacción adversa a ciertos ingredientes de los alimentos. En este padecimiento, el perro o gato tiene dificultad para procesar ciertos ingredientes. Sin embargo, no desencadena una reacción alérgica ni presenta signos en la piel. Los signos son únicamente digestivos.
Dilatación del vólvulo gástrico
Es una afección potencialmente mortal en la que el estómago se expande rápidamente con gases, alimentos o líquidos (dilatación gástrica) y se tuerce sobre sí mismo (vólvulo), atrapando el contenido estomacal.
Ese padecimiento se da principalmente en perros de raza grande y con pecho profundo, sobre todo en los que comen una gran cantidad de alimento y agua y que posteriormente realizan ejercicio.
Por lo tanto, para prevenir este padecimiento es muy importante ofrecer su alimento dividido en dos o tres raciones para reducir el volumen de alimento que tienen el estómago en cada momento. Así como reducir la velocidad de la alimentación con ayuda de un tazón de ingesta lenta.
Enfermedad inflamatoria intestinal
Es una condición crónica que afecta tanto a perros como a gatos, causando inflamación persistente en el tracto gastrointestinal. Su causa no está bien definida, pero puede deberse a factores genéticos, reacciones inmunes, alteraciones en la flora intestinal o estados de estrés crónico.
Pancreatitis
Es la inflamación o infección del páncreas. A menudo se desconoce su origen, pero entre las posibles causas se encuentran:
- La ingesta de alimentos ricos en grasas
- Infecciones
- Enfermedades (diabetes o hipotiroidismo)
- Traumatismos
Hepatitis
Se trata de la inflamación aguda o crónica del hígado y al igual que otros padecimientos, su causa puede ser debido a:
Infecciones:
- Virus: En perros la principal fuente de infección se debe a la ingesta de heces, orina, secreción nasal o saliva de animales infectados con Adenovirus canino tipo I. En el caso del gato, el virus del PIF o de la leucemia felina pueden causar hepatitis.
- Parásitos: La Fasciola hepática, la toxoplasmosisy la filariasis (gusano del corazón) son ejemplos de parásitos que pueden afectar el hígado.
- Bacterias: Como leptospira, E. Coli o Brucella o Clostridium.
Toxinas
- La acumulación de metales como el cobre y el hierro en el tejido hepático aumenta la vulnerabilidad a las lesiones oxidativas y puede provocar hepatitis.
- Debido a la ingestión de plantas, hongos, xilitol, raticidas o medicamentos como AINES.
Otras afecciones gastrointestinales
- Tumores
- Obstrucciones
- Ingestión de cuerpos extraños
- Síndrome de malabsorción
Entonces, ¿cómo puedes mantener un sistema digestivo saludable?
Existen varias cosas que puedes hacer para ayudar a tu perro o gato a mantenerse saludable.
Una dieta adecuada permite una correcta absorción de nutrientes, promueve una flora intestinal saludable y previene problemas digestivos.
Como alimentos altos en grasa, picantes, chocolates, cebolla, ajo, uvas, pasas, huesos, leche, etc.
El agua facilita la absorción de nutrientes, facilita la digestión y ayuda a prevenir el estreñimiento.
Mantenerlos activos con ejercicio y juego ayuda a promover una buena digestión.
Acudir de forma rutinaria con tu veterinario para que haga pruebas y determine si tiene parásitos o algún otro problema que requiere tratamiento.

No te olvides que, para determinar la causa de trastorno gastrointestinal, es necesario que tu veterinario conozca todos los signos y realice un examen físico, así como pruebas de laboratorio y de gabinete.
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