Cambios más comunes en los gatos senior
Los gatos senior pueden experimentar muchos cambios en las funciones de su organismo. Algunos gatos pueden presentar cambios más pronunciados que otros, y en otros, los cambios pueden empezar a producirse a una edad más temprana.
Podemos ayudar a los animales senior a adaptarse a estos cambios de varias maneras: Diagnosticando los problemas a tiempo, utilizando medicamentos y suplementos adecuados, modificando el entorno de tu gato y cambiando la forma en que interactuamos con él.
Los siguientes son algunos de los cambios que puede empezar a presentar tu gato cuando llega a la etapa senior.
Cambios en las necesidades nutricionales
A medida que los perros envejecen, su metabolismo cambia y su necesidad de calorías disminuye. No ocurre lo mismo con los gatos. Sus necesidades energéticas son básicamente las mismas durante toda la edad adulta.
La obesidad es uno de los principales problemas de salud de los gatos de mediana edad, pero los gatos senior tienden a perder parte de ese exceso de grasa. Algunos estudios han demostrado que los gatos senior no digieren ni absorben la grasa tan bien como los jóvenes. Esto significa que pueden necesitar consumir grasa más digerible para obtener la misma cantidad de energía. Deberás controlar el peso y la condición corporal de tu gato y ajustar su dieta de acuerdo con su edad.
Cambios en el pelo, las uñas y las almohadillas de las patas
Como ocurre con las personas, algunos gatos senior pueden empezar a mostrar canas, sobre todo los gatos negros. La capa de pelo puede volverse más fina y opaca, pero esto también puede ser un signo de enfermedad o deficiencia nutricional.
Los suplementos de ácidos grasos pueden ayudar a devolver parte del brillo al pelaje. Si el pelo de un gato cambia significativamente, debe ser examinado por un veterinario.
Es posible que los gatos senior deban ser cepillados más a menudo, prestando especial atención a la zona anal. A medida que los gatos envejecen, puede desarrollarse artritis, lo que dificulta su movimiento y aseo. Además, cepillarlo es una forma estupenda de pasar un rato agradable con tu gato.
Mientras lo acicalas, comprueba si tiene bultos, protuberancias o llagas que no cicatrizan, y ponte en contacto con tu veterinario si encuentra alguno.
Las almohadillas de las patas pueden engrosarse y las uñas volverse más quebradizas a medida que los gatos envejecen. Debes tener cuidado al cortar las uñas de los gatos senior. Además, puede ser necesario cortarlas con más frecuencia, ya que a esta edad suelen utilizar los rascadores con menos frecuencia.
Disminución de la movilidad y artritis
La artritis puede aparecer en gatos senior, pero la gravedad puede variar. Para algunos gatos, puede causar solo una ligera rigidez, pero para otros, puede llegar a ser debilitante.
Pueden tener dificultades para saltar a sus perchas favoritas o para subir y bajar escaleras. Las rampas, los areneros y las camas con entrada baja pueden ayudar a que un gato con movilidad reducida o con dolor pueda moverse. Asegúrate de que el arenero y los tazones están en el nivel de la casa donde su gato pasa la mayor parte del tiempo.
La glucosamina y la condroitina pueden ser beneficiosas para mantener sus articulaciones sanas. Evita a toda costa los medicamentos de venta libre, como la aspirina y el paracetamol, son muy tóxicos para ellos. Únicamente debes darle los medicamentos que tu veterinario le recete.
Además, al igual que las personas, muchos gatos senior tienden a perder tono y masa muscular, ya que, si no los usan, los pierden. Esto puede hacer que les resulte más difícil moverse, por lo que se mueven menos y se inicia un círculo vicioso.
El ejercicio es importante para la salud de los músculos, así como para el corazón, el sistema digestivo y su personalidad. Ellos siguen teniendo una curiosidad considerable, por lo que las cajas vacías, las bolsas y los juguetes que se mueven más despacio pueden incitarles a seguir jugando.
Enfermedades dentales
Los estudios demuestran que el 70% de los gatos senior muestran signos de enfermedad dental. El cuidado dental rutinario, que incluye el cepillado de dientes (mínimo 3 veces a la semana), el uso de aditivos para el agua, premios y juguetes dentales puede ayudar a mantener las enfermedades dentales al mínimo.
Los gatos que de jóvenes no recibieron los cuidados dentales adecuados pueden desarrollar enfermedades dentales importantes a medida que van envejeciendo y pueden desarrollar complicaciones dolorosas y potencialmente mortales.
Cambios en el sistema inmune
A medida que un gato envejece, el sistema inmune no funciona con la misma eficacia. Como resultado, los gatos senior son más propensos a desarrollar enfermedades infecciosas y estas suelen ser más graves. Es importante que tu gato mayor esté al día con las vacunas para disminuir los riesgos.
Disminución de la función cardíaca y pulmonar
A medida que el corazón de un gato envejece, pierde algo de eficiencia y no puede bombear tanta sangre en un tiempo determinado. Los gatos pueden desarrollar una enfermedad del músculo cardiaco denominada miocardiopatía hipertrófica.
Para diagnosticar una cardiopatía pueden realizarse pruebas diagnósticas como radiografías (rayos X), un electrocardiograma (ECG) y un ecocardiograma (eco). Existen varios medicamentos que se usan dependiendo del tipo y la gravedad de la cardiopatía.
Los pulmones también pierden su elasticidad durante el proceso de envejecimiento, por lo que puede disminuir la capacidad de los pulmones para oxigenar la sangre. Los gatos senior con asma pueden desarrollar signos más graves de la enfermedad. Además, pueden ser más propensos a las infecciones respiratorias y pueden cansarse más fácilmente.
Disminución de la función renal
A medida que los animales envejecen, aumenta el riesgo de enfermedad renal. Esto puede deberse a cambios en el propio riñón o ser consecuencia de la disfunción de otros órganos. Por ejemplo, si el corazón no funciona correctamente, el flujo sanguíneo a los riñones disminuye.
La función renal puede medirse mediante análisis químicos de la sangre y un análisis de orina. A menudo, estas pruebas permiten identificar un problema renal crónico antes de que aparezcan signos clínicos de enfermedad. Sin embargo, las alteraciones no se producen hasta que se pierden 2/3 de la función renal. El signo más frecuente de enfermedad renal observado por los tutores suele ser un aumento del consumo de agua y de la micción.
Si los riñones no funcionan con normalidad, puede ser necesario modificar la dieta del gato y las dosis de varios medicamentos para ayudar al organismo a deshacerse de los productos de desecho.
A pesar del aumento del consumo de agua, puede ser necesario administrar líquidos periódicamente para evitar la deshidratación, ya que los riñones no están utilizando adecuadamente el agua consumida. Se recomienda realizar análisis de sangre de forma rutinaria para identificar cualquier posible problema renal antes de que sea fatal.
Disminución de la función hepática
Aunque el hígado tiene una forma increíble y única de regenerarse cuando se lesiona, envejece como todos los demás órganos. Su capacidad para desintoxicar la sangre y producir numerosas enzimas y proteínas disminuye gradualmente con la edad.
A veces, las enzimas hepáticas medidas pueden ser anormalmente elevadas en un animal aparentemente sano. Por otra parte, algunos animales con enfermedad hepática tienen niveles normales de enzimas hepáticas circulantes en la sangre. Esto hace que la interpretación de estas pruebas sea muy difícil.
Si los riñones no funcionan con normalidad, puede ser necesario modificar la dieta del gato y las dosis de varios medicamentos para ayudar al organismo a deshacerse de los productos de desecho.
Disfunción endocrina
Algunas glándulas tienden a producir menos hormonas a medida que envejecen, mientras que otras pueden producir más. Los problemas hormonales, especialmente el hipertiroidismo, son trastornos comunes en muchos gatos senior.
Muchos gatos senior también desarrollan diabetes mellitus. Los análisis de sangre rutinarios ayudan a diagnosticar estas enfermedades, muchas de las cuales son tratables con medicamentos u otras terapias.
Cambios en el comportamiento y el nivel de actividad
Los gatos senior pueden mostrar un menor nivel de actividad. Esto puede deberse al envejecimiento normal o al primer signo de una enfermedad, como la artritis o la disfunción cognitiva. Las revisiones veterinarias periódicas cada seis meses y el seguimiento de tu gato en busca de otros signos de enfermedad ayudan a distinguir el envejecimiento normal de las enfermedades.
Otro cambio común que presentan los gatos senior es que su capacidad para enfrentar el estrés disminuye, lo que puede provocar cambios en su comportamiento. La agresividad, las fobias al ruido, la eliminación inapropiada (orinar o defecar fuera de la caja de arena) y el aumento de la vocalización pueden desarrollarse o empeorar en los gatos senior.
Una vez descartadas las causas médicas de estos problemas de comportamiento, diversos medicamentos combinados con técnicas de modificación del comportamiento pueden ayudar a resolver algunos de estos cambios.
Pérdida de audición y visión
Muchos gatos experimentan pérdida de audición a medida que envejecen. En muchos casos, el primer signo de pérdida de audición puede parecer agresividad. Pero, en realidad, el gato puede no haberse dado cuenta de que se acercaba una persona, se asustó cuando le tocaron y reaccionó instintivamente.
La pérdida de audición no puede revertirse, pero algunos cambios en las interacciones con el gato pueden ayudar a minimizar los efectos sobre su calidad de vida.
- Encender y apagar rápidamente una luz puede servir de señal para que tu gato sepa que vas a entrar en la habitación.
- Los gatos con pérdida de audición aún pueden percibir las vibraciones, por lo que aplaudir o dar pisotones en el suelo puede alertar a tu gato de tu presencia.
Por otra parte, es habitual que los gatos experimenten cierto grado de pérdida de visión a medida que envejecen. Puedes notar que tu gato tiene dificultades para encontrar su plato de comida, que ya no sigue un juguete con la mirada cuando lo mueves por el suelo o que tropieza con muebles que se han movido de su lugar habitual.
Cualquier cambio repentino en la visión o en el aspecto de los ojos debe motivar una visita al veterinario lo antes posible. Los exámenes oftalmológicos deberían formar parte de la exploración física periódica de los gatos senior.
No olvides vigilar más de cerca a tu gato senior en casa y llévalo a revisiones con tu veterinario cada que notes alguna alteración y a sus revisiones de rutina cada 6 meses.
Recuerda que no debes descartar un cambio en la actividad o en el comportamiento de tu gato por considerar que «es solo la edad». Muchos de los cambios también pueden ser signos de un proceso patológico más grave.
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