Cómo evitar que tu gatito rasque los muebles
Para los gatos, arañar o rascar es un comportamiento normal, sano y natural. Pero muchos cat parents no están muy contentos cuando su querido felino daña muebles, alféizares, alfombras u otras partes de la casa.
Lo entendemos, pero rascar es una actividad importante para la salud física y mental de los gatos. Rascar es un comportamiento instintivo y los gatos lo hacen por diversas razones.
Para estirarse, desprenderse de las uñas viejas, afilarse las garras, liberarse de la ansiedad y dejar marcas de olor. Aunque estos comportamientos son típicos, la clave está en canalizar este rascado de forma positiva y en un lugar apropiado que les haga felices a ambos.
La forma más eficaz de mantener sus muebles y tu cordura sin daños es darle a tu gato varios lugares atractivos y aprobados para rascar y colocarlos en distintas zonas tranquilas y de fácil acceso de tu hogar. Recuerda, tu gato no quiere estropear tu decoración; solo quiere un lugar donde ejercer sus instintos naturales, ¡así que dáselo!
Tip Petco: Ten listo el rascador antes de que llegue tu gatito a casa, así evitarás que se ponga a rascar tus muebles.
Cómo fomentar el uso del rascador
Estos son algunos factores para tener en cuenta a la hora de seleccionar el rascador adecuado para que tu pequeño felino rasque.
Recorta las uñas de tu gato
Las uñas sin cortar pueden crecer demasiado y romperse, lo que puede resultar doloroso para tu gato. Si las uñas se enganchan en la ropa, los muebles o la alfombra, probablemente haya llegado el momento de cortárselas.
Invierte en un juego de cortaúñas diseñado específicamente para cortar las uñas de los gatos. Si nunca has cortado las uñas a tu gato en casa, pide a un veterinario o estilista que le enseñe cómo hacerlo. Tras el corte, recompensa a tu gato con una golosina.
Disuade a tu gato de rascar zonas concretas
Para disuadir a tu gato de rascar donde no quieres, toma medidas para que esos lugares sean menos atractivos. Cubre las zonas prohibidas con objetos que los gatos no disfruten arañando, como papel de aluminio, una alfombrilla de plástico con la parte
Otra opción es frotar o rociar la zona con aromas cítricos o mentolados. A los gatos no les gustan estos olores y es probable que no se acerquen a la zona (o puedes rociar de nuevo una vez que muestren un interés renovado).
Una vez que hayas conseguido que la zona no sea ideal para tu gato, es hora de redirigir ese comportamiento hacia otro objeto. Coloca un rascador para tu gato junto al lugar donde le gusta rascar. Si el lugar favorito de tu gato está cubierto de materiales u olores indeseables, un poste rascador le resultará mucho más atractivo.
Tip Petco: Juega con una varita cerca del rascador de esta forma, en algún momento sus uñas tocan el rascador y estimulará su uso. También puedes recompensarlo con caricias o premios cada vez que use el rascador.
Pero ¿cómo determinar qué tipo de rascadores o postes debe comprar? Simplemente presta atención y tu gato te enviará pistas.
Conoce qué tipo de arañador es tu gato
1. Pose para rascar
Observa a tu gato y presta atención a dónde rasca. Algunos gatos prefieren rascar verticalmente, mientras que otros lo hacen horizontalmente. Conocer la dirección marca una gran diferencia en el tipo de rascador o poste que le proporciones a tu gato. Si no muestra preferencia por ninguna, consigue un rascador inclinado.
Si tu gato prefiere rascar alfombras, felpudos o incluso la parte superior de los muebles, prueba con un rascador horizontal. Si a tu gato le gusta rascar paredes, alféizares, cortinas o las patas de los muebles, tu gato es probablemente un rascador vertical y sería más feliz con un rascador más tradicional. Algunos gatos prefieren rascar en lo alto, mientras que a otros les gusta rascar en lo bajo.
Cuando se trata de rascadores verticales, la altura es importante. Una de las razones por las que los gatos arañan es para estirarse, por lo que necesitan poder alcanzar toda la altura. Si el rascador es demasiado corto, su gato puede irse a otro sitio a rascar y estirarse.
Y si tienes varios gatos, ten varias superficies para satisfacer las necesidades de rascado de cada uno. Los hogares con varios gatos suelen necesitar varios postes rascadores, tanto verticales como horizontales, por toda la casa.
2. Preferencia de textura
Hay una gran variedad de materiales disponibles en postes y rascadores, pero lo mejor suele ser un material grueso que los gatos puedan triturar. Siendo el sisal el más recomendado, ya que la textura rugosa facilita que los gatos claven sus garras y consigan un rascado efectivo.
El cartón y la alfombra también pueden ser buenas superficie para rascar. Pero algunos rascadores de alfombra son demasiado blandos o de tejido demasiado flojo, por lo que las garras de los gatos pueden clavarse, anulando el propósito de un rascador. Es probable que tu gato vuelva al sofá si no le gusta el material que le ofreces.
3. Tipo de rascado
En Petco contamos con 3 tipos de materiales:
- Cartón: Económicos, pero tienen una vida útil muy corta.
- Sisal: Tienen una mayor vida útil, es el favorito de los gatos.
- Alfombra: Son cómodos y suaves y generan un mayor desgaste de las uñas.
- Si rasca de manera larga y extendida, usa un rascador de sisal.
- Si rasca en forma de pellizco, usa un rascador de cartón.
Coloca el rascador en un lugar conveniente
Si bien es cierto que algunos postes o rascadores no son estéticamente agradables para los humanos, no querrás esconderlos en un rincón. Quieres que tu gato pueda rascar en algo apropiado cuando le apetezca.
Observa a tu gato para ver cuándo le gusta rascar, por ejemplo, después de la siesta o de comer. Si tu gato araña sus muebles y alfombras, coloca el poste rascador cerca de estos objetos. Coloca postes adicionales en zonas donde el gato o los gatos pasan el rato, y a lo largo de los caminos del gato hacia zonas importantes como la caja de arena o los platos de comida y agua.
Comprueba la solidez del rascador
Los muebles para gato son una opción atractiva para rascar porque son resistentes cuando el gato apoya su peso en ellos para rascar. Asegúrate de que el mueble o rascador que le proporciones está bien fijado; de lo contrario, su gato no lo utilizará. (Lo último que deseas es que tu gato se caiga durante una sesión de rascado).
También debes tener en cuenta el tamaño de tu gatito. Para escoger el tamaño del rascador, toma en cuenta la distancia que existe entre la punta de su cola y la punta de la nariz y agrega 10 cm más.
Tip Petco: Si tienes un gatito, utiliza un rascador pequeño para empezar, pero a medida que vaya creciendo, cámbialo por uno más alto y pesado.
Prueba diferentes opciones
Hay muchos rascadores, torres y perchas para gatos disponibles y muchos que puedes hacer tú mismo. En Petco contamos con combinaciones de rascadores altos y árboles para gatos, rascadores de sisal que cuelgan de los pomos de las puertas, cuevas para gatos cubiertas de cartón ondulado e incluso rascadores con temas festivos.
Sin embargo, recuerda: las preferencias de tu gato deben prevalecer sobre las tuyas cuando se trata de rascadores. De lo contrario, ¡volverás al punto de partida!
Cuando encuentre una solución que le guste a tu gato, quédate con ella
Los rascadores pueden parecer rápidamente una zona desastrosa, pero según tu gato, eso es cuando los está estrenando. Con el tiempo, el poste se cubre de olores y marcas y se convierte en un objeto familiar y reconfortante para tu gato.
Pero muchos rascadores necesitan ser sustituidos regularmente si están demasiado gastados o si tu gato pierde interés (por eso es importante introducir nuevos rascadores regularmente para atraer y estimular a su gato).
Si crees que debes hacer algo con un rascador viejo y destartalado que le encanta a tu gato, considera recuperarlo con sisal nuevo, por ejemplo. O puedes traer a casa un rascador nuevo similar y colocarlo junto al que tanto le gusta.
Si tu gato rechaza el nuevo rascador, probablemente haría bien en quedarte con ese por mucho que te disguste. Sigue siendo mejor que un sofá arañado, ¿verdad?
Aunque puedas considerarlo un problema, el rascado de tu gato es en realidad un comportamiento normal y saludable. Ponte en el lugar de tu gato y ayúdale a redirigir su atención a un lugar que le guste (y que no te haga desesperar).