5 consejos para mantener a tu perro a salvo durante el verano
El verano está lleno de actividades divertidas, como parrilladas, picnics, festivales o salidas a la playa. En esta época de descanso, muchos pet parents están deseando pasar más tiempo con sus amigos caninos al aire libre, disfrutando del buen tiempo.
Sin embargo, los meses de verano también implican ciertos riesgos para tu perro. Como tutor responsable, debes asegurarte de tener en cuenta la seguridad de tu mejor amigo durante esta época. Estas son algunas precauciones que debes tomar durante el verano:
Cuidado con el golpe de calor
Durante el verano, muchos disfrutan del respiro de los fríos meses de invierno. Sin embargo, los perros, especialmente los que tienen un pelaje más grueso, tienen más dificultades para regular su temperatura y corren un mayor riesgo de sufrir un golpe de calor.
Los perros liberan el calor de dos formas, la primera es con un jadeo constante y rápido, la otra es por medio de sus glándulas sudoríparas, las cuales se encuentran solo en las almohadillas de las patas y en la nariz, por lo tanto, los perros no regulan el calor con tanta eficacia como los humanos.
Cuando pases tiempo al aire libre con tu perro, evita que le dé un golpe de calor con estos sencillos consejos.
- Llevando abundante agua
- limitan su exposición y el tiempo a la luz solar directa
- Asegúrate de que tenga acceso a zonas con sombra adecuada o zonas con aire acondicionado.
A muchos perros también les gusta ir en el auto para acompañar a sus tutores cuando hacen recados o viajan, pero recuerda que dejar a tu perro en un coche caliente, incluso con la ventana abierta, es extremadamente peligroso y puede provocar una enfermedad grave.
Entre los signos importantes de un golpe de calor a los que hay que prestar atención se encuentran:
- Jadeo excesivo
- dificultad para respirar
- debilidad o colapso.
Si tu perro presenta algún signo de insolación, considéralo una emergencia médica y busca atención veterinaria lo antes posible. Mientras tanto, intenta enfriar su temperatura corporal mojándolo con agua tibia. El agua muy fría puede bajar la temperatura corporal demasiado rápido, por lo que es mejor limitarse al agua tibia. También, puedes utilizar un ventilador directamente sobre él y ofrecerle agua si está dispuesto a beber.
Otra cosa que puede funcionar, es utilizar alcohol para frotar en las almohadillas de las patas o bajo las axilas para favorecer el enfriamiento. Si puedes obtén la temperatura rectal de tu perro, te ayudará para evaluar si su temperatura es superior a 39.4 ° C, que es el extremo superior normal para un perro. Si la temperatura llega a este nivel, es crucial que lo lleves con un veterinario para una atención inmediata y evitar daños graves en los órganos.
Ansiedad por ruidos fuertes
El verano en nuestro país suele estar lleno de lluvia y de celebraciones, que suelen ir acompañados de fuegos artificiales y otros ruidos fuertes. Para muchos perros, estos ruidos fuertes e inesperados pueden provocar una gran cantidad de estrés y ansiedad.
Aprender a calmar la ansiedad de tu perro varía en función de cada perro. Algunos perros se sienten reconfortados con solo tener a su tutor en casa, a su lado, mientras que otros requieren productos calmantes, como las camisas antiestrés o las feromonas. En casos graves, tu veterinario puede recetar medicamentos para ayudar en estas situaciones de estrés.
Ingestión de cuerpos extraños
El verano es una época popular para las parrilladas en el patio trasero. Estas suelen incluir alimentos deliciosos como cebollitas, brochetas de carne, chorizo, hot dog, ensaladas de frutas y diversos postres.
Debes tener cuidado con el consumo de algunos de estos tentadores alimentos por parte de tu perro. Por ejemplo, las cebollitas son tóxicas para los perros y pueden poner en peligro su vida. En el caso delas brochetas, algunos perros pueden ingerir la madera y provocar una perforación en el tracto digestivo.
Ciertas frutas y verduras, como las zanahorias, son seguras para tu perro si las come con moderación, pero ten cuidado con las uvas y las pasas porque se sabe que causan insuficiencia renal aguda en ciertos perros.
También, muchos perros rebuscan las sobras, y los tutores los encuentran al día siguiente con vómitos o diarrea. Vigila de cerca a tu mejor amigo para evitar visitas indeseadas al veterinario.
Precauciones con la comida y el agua
Durante los meses de verano es importante vigilar de cerca la frecuencia con la que se limpia y se cambia el plato de agua de tu perro, ya que la humedad y el calor pueden generar bacterias. Además, la comida no debe dejarse fuera durante mucho tiempo, por el riesgo de contaminación con insectos o agentes bacterianos.
Otra precaución con respecto al agua sería supervisar a tu perro en las piscinas y en la playa. No todos los perros son buenos nadadores y hay que prevenir cualquier problema grave. Además, los perros que pasan mucho tiempo en piscinas con cloro suelen ser más propensos a sufrir infecciones de oído y sequedad de la piel.
Organiza los viajes
El verano suele ser sinónimo de vacaciones para muchas familias, que pueden incluir o no a su compañero canino.
Si estás planeando viajar con tu perro, asegúrate de tener en cuenta sus necesidades especiales. Lleva una provisión adecuada de comida y premios, junto con una copia de su carnet e historial médico en caso de emergencia. Además, no olvides juguetes, su arnés, correa y la placa de identificación.
Si tienes previsto viajar en avión, debes consultar con la aerolínea los requerimientos y la documentación que necesitas para viajar con tu mejor amigo, especialmente si tienes previsto salir del país. Muchas aerolíneas permiten que los perros pequeños acompañen a sus tutores en la cabina siempre que su transportadora quepa debajo del asiento. Por último, ten en cuenta que el vuelo puede ser estresante para tu perro, y es posible que necesite medicación prescrita por tu veterinario para ayudar a calmar su ansiedad.
En general, el verano es una época agradable tanto para los humanos como para los perros, con muchas actividades al aire libre y oportunidades para seguir desarrollando el vínculo humano-perro. Solo hay que tener cuidado con ciertos elementos meteorológicos, como las temperaturas muy altas, y estar preparado al hacer planes de viaje.
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